viernes, 17 de septiembre de 2010

...Érase una vez una linda niña

Que vivía en un rancho grande haya donde vivía con muchos perritos y gatitos que quería mucho y daba mucho amor hasta que la dulce niña creció y salio a las a fueras de su rancho grande y vio una realidad muy distinta a la que vivía y decidió conocer un poco y emprendió una aventura que nunca se imagino hasta donde llegaría. Sin embargo, tropezó con una piedrita en el camino que con el tiempo convertido en un rocon, y pues le tomó mucho cariño a éste que se lo llevo a su hogar, donde le entrego mucho amor y muchos cuidados. Esta roca, que por ende no tenia vida, por obra y gracia de un ser divino le concedieron ojos para que pueda apreciar la belleza, una boca para que pueda probar las delicias de la naturaleza, un par de brazos para que pueda tocar lo que quisiera, un par de piernas para que pueda caminar y dirigirse siempre donde quisiera y le concedieron un nombre llamado TAMG.
Este rocon se desenvolvió tan bien, que alborotó el rancho, pues se metió con todas las gatas y cachorras del rancho y alrededores. Sin importarle nada, hacia lo que mas le gustaba, embaucar a toda inocente que se le cruzaba por su camino.
La niña que veía que su roca ya no era la misma empezó a quererla sacar de su rancho pero no podía, siempre se ocupaba de que se quedara un tiempo mas, pero que pasaba, no entendía que ocurría en su corazón, que sentimiento ajeno sentía, que emociones traía al verlo, o no... Por dios, la niña se enamoró de esa roca mala.....

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